Poema para una amiga dormida
a Nina
Thurler
Sola la estrella
de tu luz ausente
ilumina tu rostro
de muñeca
La charla en el
café
se ha demorado
la noche no
distingue
las sonrisas
Corazón angelado
-leve paso-
preocupaciones de
madre
y de abuela
-pasión renovada,la Argentina-
y tu verso sonoro
largo,largo
acariciando el alma
que lo habita
Niego tu espacio
actual
y aún espero la
llamada
fortuita,quitapenas,
lo etéreo de tu voz
tan angelada
la visión de una
amiga
que dormita.
1 comentario:
Este poema con el que envuelves el recuerdo de tu amiga "que dormita", nuestra querida Nina, arrima esa ternura inefable que debe llevar siempre la ausencia de los que estuvieron a nuestro lado y que ahora permanecen "angelados" para siempre.
Michou Pourtalé
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