Alza la muerte dulcemente las palmeras
radiosas de la vida.
Oscar Portela.
Amigo que eres árbol, que eres príncipe,
alma que ahora vives en la sombra
de una región desconocida:
qué brazo te rodea
qué lenguaje te alcanza.
Míseros de nosotros
caídos entre húmedos ramajes
en busca de tus huellas, los senderos
de bosque,
la palabra sagrada que nos legaste.
Es tanta la oscuridad, la furia, el ruido
la astucia cruel de los sagaces
Solo quisiera llegar a vos desde la música
rodearte
con un torzal ardiente y un silencio
de oro.
derramar un perfume sobre sobre tu pecho
para curar tu herida
tu soledad de mártir desterrado.
Perdón por tanta vergüenza y deshonor
perdón por la obscenidad del mundo.
Descansa ahora en la morada de los ángeles
donde el viento voraz
ya no sucede.
Graciela Maturo
No hay comentarios:
Publicar un comentario